Contrato de Arrendamiento apegado al Instituto de Justicia Alternativa.

Justicia alternativa o justicia por conciliación es la nueva forma en que los ciudadanos pueden resolver conflictos de tipo civil, penal, mercantil y familiar sin que un juez intervenga.

A un año del inicio de operaciones del Instituto de Justicia Alternativa (IJA), los resultados son positivos, pero costosos.

Pese a que los servicios del IJA son gratuitos, las resoluciones sí tienen un costo para el erario.

Considerando la cantidad de casos que se atendieron en los primeros ocho meses de 2012, tan solo llevar cada uno de ellos costó alrededor de 66 mil pesos.

El presupuesto del IJA para este año ronda los 35 millones de pesos y tiene más de  60 empleados.

En lo que va de 2012, ha recibido 532 casos. De éstos, 344 ya fueron concluidos y 188 están en trámite.

El estatus “en trámite” significa que las cláusulas del convenio firmado por ambas partes no han sido resueltas.

O que –en caso de estar dentro de un juicio– los jueces  no han revisado el caso y no han avalado o desestimado dicho proceso de conciliación.

Un caso típico de resolución mediante justicia alternativa es el finiquito de un contrato mercantil. Por ejemplo, cuando el propietario de un inmueble busca desalojar a un inquilino por falta de pago del arrendamiento.

El procedimiento se inicia a petición de la parte afectada, de su representante legal, del Ministerio Público o de la autoridad judicial.

El afectado puede acudir a las oficinas del Instituto de Justicia Alternativa del Estado de Jalisco para solicitar sus servicios.

Después, ambas partes son citadas y se llenan dos formatos: uno contiene los datos clave del conflicto y el otro es un convenio de confidencialidad.

Luego de varias reuniones de trabajo entre el mediador y los interesados, se elabora un convenio donde se estipulan las cláusulas de la resolución, la cual es inapelable.

Las reticencias

El Instituto de Justicia Alternativa se abre camino en un terreno pantanoso, pues aunque la justicia tradicional conlleva costos en tiempo y dinero, los abogados aún no confían en que los conflictos puedan ser resueltos con esta nueva forma de conciliación.

Pero esta reticencia es injustificada si se considera que en todo juicio ordinario existe un periodo de conciliación entre las partes.

Lo que normalmente ocurre es que los involucrados pocas veces llegan a acuerdos, por eso los juicios siguen su curso, y algunos pueden durar años.

La justicia alternativa está de moda en el mundo. En Estados Unidos, Argentina y Chile, por ejemplo, la conciliación se ha vuelto un método usual de resolución en los procesos judiciales.

Algunos países encaminaron los esfuerzos de la justicia alternativa como la antesala de los juicios orales, y los resultados han sido exitosos.

En México, el modelo opera desde hace una década. En 2002 fueron creados el Centro de Justicia Alternativa del Distrito Federal y el Centro Estatal de Mediación, Conciliación y Justicia Restaurativa del Estado de México. Este último resolvió más de 4 mil 700 casos en 2011.

Desde 2006 se pretendía implementar este sistema en Jalisco, pero la propuesta se entrampó en las pasadas legislaturas, que la modificaron varias veces.

Fue hasta 2011 cuando se aprobó la Ley de Justicia Alternativa y se nombró a Rafael Castellanos titular del Instituto de Justicia Alternativa, organismo que recibió un presupuesto de casi 20 millones de pesos.

Para 2013 fueron solicitados casi 50 millones de pesos, lo que significa que es muy probable que aumente la nómina.

Ante la necesidad de ampliar sus servicios, el IJA enfrenta una disyuntiva: incrementar la nómina –que es lo más común en la administración pública– o descentralizar algunos de los procesos, ya que este esquema de justicia alternativa permite firmar convenios con entidades públicas y privadas que puedan fungir como entes conciliadores.