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Los espacios de trabajo tradicionales perduran. A pesar de que la apuesta por las oficinas abiertas, informales y colaborativas comenzó hace más de 10 años, todavía 60% de los trabajadores laboran en despachos privados individuales o compartidos, según el informe global de la firma de mobiliario para oficinas Steelcase 2016.
El reporte -en el que participaron 12,480 personas de 17 países- indica que las oficinas totalmente abiertas únicamente representan cerca de la cuarta parte de las superficies de espacios de trabajo.
«Es una cifra considerable, pero definitivamente no son la norma», enfatiza el documento. En México, por ejemplo, sólo 10% de las organizaciones ha adoptado entornos de trabajo basados completamente en espacios abiertos.
Mario Cantón, director de Marketing y Customer Experience de Steelcase México, admite que ni los espacios totalmente abiertos ni los completamente cerrados son la solución para que las organizaciones mejoren sus espacios de trabajo; sin embargo, recomienda que se tenga un equilibrio entre ambas dinámicas para que se fomente un mayor grado de compromiso en los equipos de trabajo.
«No es una tendencia o la otra, es tener un punto medio entre ambas. Deben ser lo suficientemente estratégicos para contar con un buen análisis de cómo utilizarlo y cómo optimizar los espacios», detalla el responsable de marketing.
«Las empresas tienen que ofrecerle a la gente las condiciones adecuadas para que realmente esté convencida de que quiere estar en su oficina. Eso va a generar engagement con las personas, que se sientan cómodas, y esto también ayuda en la parte de captación y retención de talento, que es el principal desafío de todas las empresas».
De acuerdo con el informe, 11% de los trabajadores de todo el mundo están muy insatisfechos con sus oficinas y presentan también un grado de compromiso muy bajo con las compañías.
Jared Cortés, gerente de Trade Marketing y Relaciones Públicas de la firma de reclutamiento Manpower, afirma que en México hay empresas que se encuentran en proceso de remodelar totalmente sus oficinas para incursionar en los ambientes abiertos. «Están quitando los cubículos, paredes y teniendo lugares más abiertos, de hecho, la gente ya no tiene un lugar fijo», asegura.
El desafío, dice, será lograr que la distribución de las oficinas se adapte a los perfiles de las empresas, de las áreas y de los trabajadores, porque hay quienes disfrutan tener privacidad en sus oficinas, mientras que otros desean laborar en espacios que reúnan a todos los equipos.
El reporte global destaca que las cuatro tendencias a seguir en materia de evolución de entornos laborales son: espacios más inteligentes, que cuenten con tecnología como internet de las cosas; oficinas con menos paredes y más apertura visual; instalaciones flexibles sin lugares asignados y entornos donde los empleados colaboren y socialicen.