Tras los sismos, vivienda ¿nueva o usada?

OPINIÓN: Es hora de contar con un manual para el adquirente de vivienda… que establezca la información mínima documental y las garantías del oferente.

Los sismos continúan. Y la duda para la adquisición o renta de viviendas también. ¿Qué hacer para fortalecer la confianza de los interesados? Recientemente me embarqué en la búsqueda de un departamento en colonias centrales de la CDMX, en la Benito Juárez y Coyoacán.

El descubrimiento fue que las inmobiliarias o particulares anunciantes lo hacen solo con palabras.

La publicidad en medios se concentra en imágenes de los interiores, cocinas, baños y closets; casi nunca de las características del edificio o conjunto en que se encuentran. La información escrita se refiere a la cantidad de locales, superficies y algunos acabados.

Cuando se visitan, la cita se hace con un vendedor de alguna inmobiliaria o con el propietario, quienes ofrecen un recorrido dentro de la vivienda sin proporcionar información, salvo el precio, claro está́.

Las preguntas corren por cuenta del interesado, las que se orientan según su propia preparación, a conocer detalles como la ubicación del estacionamiento, el suministro de agua, la antigüedad y las facilidades.

En el caso de las inmobiliarias, supuestamente especializadas, los vendedores o representantes de los arrendadores, carecen del conocimiento básico del inmueble y, al igual que los propietarios, ponderan lo evidente, sin proporcionar documentación que «hable» de las bondades o inconvenientes del inmueble.

En el recorrido que efectué́, en ningún caso me enseñaron copia de planos, licencias o características del condominio, menos aún, de revisiones que garantizaran la estabilidad o la operación del edificio y se sorprendían de mi interés de recorrer todo el conjunto, desde los sótanos y estacionamientos hasta las azoteas, en donde constantemente les señalaba problemas estructurales, que iban desde fisuras hasta la irregularidad del edificio o la debilidad de las columnas en sótanos y plantas bajas.

Si bien la Ley Federal de Protección al Consumidor es clara en cuanto a las obligaciones de las personas que intervienen en la asesoría y venta al público de viviendas destinadas a casa habitación, dichas obligaciones no se cumplen al pie de la letra, tales como la información documental sobre autorizaciones o características estructurales, de instalaciones o arquitectónicas de los inmuebles; en el caso de viviendas usadas, se carece por completo de esa información y de los dictámenes de las condiciones estructurales que guardan.

Cuando la venta o renta de viviendas se efectúan por personas no registradas, comúnmente los propietarios, no existe seguridad al consumidor y, por ende, se encuentra expuesto a acciones motivadas por el desconocimiento o ignorancia de las partes.

Es hora de contar con un manual para el adquirente de vivienda, ya sea nueva o usada, para compra o renta, que establezca la información mínima documental y las garantías que cualquier oferente les deba mostrar, además de dictámenes estructurales positivos, sobre todo después de sismos de determinada magnitud.

Fuente: Bucio F. (03 de abril de 2018) Ciudad de México. Información: Tras los sismos, vivienda ¿nueva o usada? Obras Web. Obrasweb.mx

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