El concepto coworking o modelo de oficinas compartidas, surge con la intención de atender la necesidad de profesionales que trabajan de manera independiente, pero con el beneficio de generar conexiones laborales entre todos los usuarios, lo que representa oportunidades en el desarrollo de sus negocios.
En México existen compañías dedicadas a brindar este tipo de servicio como Wework, IOS, Iza Business Center y Regus; oferta que en los últimos años ha ido en aumento, con lo que han demostrado que el mercado es atractivo y de gran tamaño para que ingresen más participantes, no solo para atender a independientes sino a empresas con más personal.
De igual manera esta potencial demanda atrajo conceptos foráneos como el caso de Comunal de Perú o locales como MUTUO que se enfocan en un segmento específico del mercado.
La oferta de espacios coworking abarca desde grandes edificios icónicos y de menor altura que ocupan 100% para este concepto, hasta algunos pisos alquilados por estas compañías.
En el caso de Wework, lograron que el diseño de sus espacios replicara la esencia de la colonia y su comunidad, lo que se volvió muy atractivo para el arrendatario con amplia gama de opciones. Involucró estudios de mercado y adaptación arquitectónica de pisos que originalmente se entregan en obra gris, para lograr la aceptación de este producto por el mercado.
La visión de IOS sobre los espacios flexibles, es que inspiran y a la vez permiten alternar turnos en los equipos garantizando la productividad, mediante oferta variada de espacios exclusivos, salas de juntas, asistencia ejecutiva y otros múltiples servicios.
Así mismo Regus maneja diversas modalidades desde oficinas personalizadas con todos los servicios, hasta permanencias esporádicas en las diversas sedes que comercializan, incluidas las de alcance internacional.
Monterrey, Guadalajara y Tijuana fueron las ciudades que después de Ciudad de México, dieron apertura a esta modalidad de trabajo, donde se incorporaron desarrolladores locales que adecuaron y remodelaron edificios clase B para este servicio.
Empresas que rentaban de la manera convencional con gastos de acondicionamiento y servicios, encuentran ventajas dentro de esta modalidad como tener sedes más pequeñas en varias ciudades, la posibilidad de expansión o reducción inmediata; sin las penalidades que eran habituales.
El enfoque hacia las necesidades actuales de las nuevas formas de trabajo, esquemas de pago flexibles, por adelantado y en moneda nacional, han sido los elementos ganadores que exhiben para atraer a sus clientes.
Fuente: by Marcela Sandoval
